Yo, la testigo
Por Leticia Pérez González
Decido exponer a la luz, mi versión de los traumáticos eventos de los cuales fue víctima mi amiga y compañera de estudios, Kenia, ex esposa de Angel Santiesteban. Me asiste mi condición de “refugiante” de ella y de su hijo durante medio año, y de testigo de los intentos que, en el pasado y hoy, se llevan a cabo para disminuir la culpabilidad del agresor. Para salvaguardar la privacidad de la víctima, no considero oportuno mostrar imágenes de su rostro. Por gratitud, celebro la solidaridad y apoyo que recibimos de muchos y de muchas, y sin ánimo de entablar polémicas (que a ningún sitio útil conllevarán), pero siendo necesaria mi declaración para quienes aún no cuentan con suficientes evidencias, a continuación expondré la secuencia de los hechos de los cuales soy testigo. Con toda intención, no estableceré valoraciones sobre la postura ideológica de Santiesteban, que él tanto se esforzó en mostrar, y que muchos enarbolan hoy, con el objetivo de distorsionar la real magnitud de su violencia, único motivo por el que ha sido condenado en la actualidad.