Parece que la publicación en el NYT del articulo signado por Roberto Zurbano sirvió para algo más que para sacarlo de su puesto de trabajo, pues Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo hace dos días en Naciones Unidas:
Como complemento al esfuerzo gubernamental y a la completa protección que dan nuestras leyes, se ha decidido encargar a un Vicepresidente del Consejo de Estado del seguimiento y la supervisión de la lucha contra el racismo y la discriminación racial.
Evidentemente es el reconocimiento de que SI HAY RACISMO Y DISCRIMINACIÓN RACIAL EN CUBA y sobre todo que, para su solución, hace falta que el Gobierno (y el Estado) se meta en el asunto.
Comienzo a soñar con la posibilidad de constar con una Ley contra el racismo y la discriminación racial que convierta en delito lo que ahora se asume como un ejercicio de cubanía: burlarse de los negros, agredirlos verbalmente, etc.
Ps: No soy ingenua, se que las cosas pasan cuando tienen que pasar… donde se incluye hasta la acción de nuestros egguns, luz para esos espiritus!
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