Por Adrián Rodríguez Challoux
En días recientes Haití vuelve estar en la palestra pública. Ahora no son los embates de un cataclismo natural o algún amago violento para restaurar el proceder democrático en isla caribeña, sino la legitimidad o no del gobierno dominicano de dejar sin derechos a miles de descendientes nacidos en el occidente de La Española que trabajan y viven en el oriente de la Isla.
Una mirada superficial al drama haitiano nos puede llevar a la conclusión de que lo que está en juego son los derechos que tiene cualquier país para regularizar la situación de cualquier migrante en su territorio nacional.
También, por otro lado, abundan las explicaciones sobre los desmanes y la incapacidad de la clase política haitiana para hacerla una nación prospera, o por lo menos, que se conduzca por los canales tradicionales que se desenvuelven la mayoría de los países de la región. Pero alejándonos de este tipo de interpretación superficial sobre las verdaderas intenciones que están presentes en este tipo de decisión y la mayoría de las explicaciones que abundan sobre este “Estado Fallido”, sostengo que estas explicaciones son solo la punta del Iceberg de un problema mucho más complejo.
Haití debe pagar hasta la última gota de sangre, hasta que el último haitiano o descendiente desaparezca de este mundo la gran herejía de haber construido el primer Estado independiente negro de la toda América Latina y el Caribe, no haber navegado bajo las tranquilas aguas de la sacrosanta modernidad blanca y europea, no plegarse a la curia vaticana y su tráfico de la fe y optar por esa “cosa” tan brujera de negros atávicos como el vudú no solo como religión, sino como filosofía de vida.
El gobierno dominicano con esta decisión no hace más que seguir el derrotero del mismo tratamiento que han tenido los países eurocéntricos hacia la Isla.
De un plumazo se clausuran derechos elementales a un conjunto de seres humanos, se criminaliza su precaria condición ciudadana y se les lanza a una situación de la cual nunca debieron haber salido: la esclavitud, dejando aflorar todo el racismo contra una población que por más que traten de obviar comparten muchos lazos.
Estoy de acuerdo con lo injusto y segregacionista de la medida, etc… de eso, ni hablar.
Pero me parece que el autor del escrito se pasa tres pueblos cuando inmiscuye al eurocentrismo en este tema. Sabe el autor como ha sido acogida y divulgada esta noticia en Europa? Sabe el autor de conspiraciones eurocentricas detras de todo esto? Le parece metafora aplicable esto del «blanquismo»? Me parece peregrino, para decirlo en una sola palabra.
Deberia verse, eso si, lo que ha pasado en cada mitad de La Española desde L’Overture a la fecha y ahi, y no en Europa, esta la clave de todo este penoso sinsentido. El Trujillismo vs Haiti, el Duvalierismo y RD, por ejemplo… La casi intrinseca mirada de desprecio del dominicano cuello blanco hacia el haitiano mas empoderado. Me da la impresion que el autor oyo campanas, leyo «Haiti» por alguna parte, «expulsion» por la otra y dijo «claro, el eurocentrismo…» en fin, poco maduro.
Vean quienes gobiernan RD y vean si programaticamente (en teoria) les corresponderia hacer eso… Esto es tan viejo como andar descalzo.
En fin, solo un punto de vista sobre un escrito que me parece, como decimos en Cuba, perdido en el llano.
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Gracias por su comentario, se lo paso al autor. Slds Negracubana
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Estimado Lawrence de Kubabia,
Trataré de explicarle el sentido de los conceptos que utilicé en este escrito, con tal de que tenga más elementos para reafirmar su idea de lo perdido en el llano que estoy.
Puede que tenga razón cuando señala que me paso tres pueblos al incluir el eurocentrismo para explicar la situación haitiana. Creo la brevedad de mis palabras fueron contraproducentes en este sentido; pero por primera vez, en esta vida virtual que muchos viven, trataré de explicar que quise decir:
En primer lugar no desconozco que muchos de los problemas que afectan a Haití, son productos de la clase política haitiana (desde Louverture hasta Aristide) que han gobernado los destinos del país desde su fundación hasta la actualidad. Pero considero que existen muchos factores para explicar esta situación que agregan no cierta complejidad al tema. Es por ello que utilizó el concepto de eurocentrismo, no como una definición que apunta a una cuestión geográfica, sino como herramienta heurística, para reinterpretarla historiografía latinoamericana y caribeña. Es por ello no trato de apuntar con estas ideas a las razones “misteriosas” de porque la noticia fue o no tratada por la prensa europea o si existe un complot. Eso sería perderme en el mar de explicaciones que son comunes en la actualidad y sobre las cuales no es mi interés de aportar ni tan siquiera mi opinión al respecto.
En el fondo -le repito- solo traté de alejarme de las ideas que prevalecen en medios académicos tradicionales cada vez que se habla de Haití. Es por ello que utilicé el concepto de eurocentrismo. Noción que no es nueva por lo menos en algunos medios intelectuales que intentan explicar la realidad de otra manera. Ahí están los textos de Eduoard Glissant, Erick Williams, Enrique Dussel, que explican su potencial explicativo. Es por ello que me resulta llamativo que mucho de los epítetos con los cuales usted describe mi texto, son los mismos que otros autores han tratado de lidiar, como por ejemplo C.L.R James en su texto llamado “Los Jacobinos Negros” publicado en 1938 y que la Casa de las Américas publicó hace pocos años…
Asociado a estas ideas “perdidas en un llano de sinsentidos e inmadureces” no quisiera dejar de reconocer que el racismo es una variable explicativa para entender esta situación. La modernidad tal y como fue pensada y desarrollada por la academia europea y norteamericana implica un tipo de sujeto con ciertas características y en ella, lo negro para no perderme en muchos detalles es asociado al atraso, subdesarrollo y otro montón de ideas festinadas que han sido introyectadas en esta parte del mundo. Por eso la metáfora sobre el blanqueamiento (tal y como usted señal) si creo pertinente su validez para ponerla en la palestra y tratar de repensar el drama haitiano desde esa óptica. Si usted considera que estas ideas son muy peregrinas, inmaduras, es su derecho, como el mío a tratar de buscar otras ideas para explicar este llano donde estoy perdido…
Adrián Rodríguez Chailloux
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Estimado Lawrence de Kubabia,
Trataré de explicarle el sentido de los conceptos que utilicé en este escrito, con tal de que tenga más elementos para reafirmar su idea de lo perdido en el llano que estoy.
Puede que tenga razón cuando señala que me paso tres pueblos al incluir el eurocentrismo para explicar la situación haitiana. Creo la brevedad de mis palabras fueron contraproducentes en este sentido; pero por primera vez, en esta vida virtual que muchos viven, trataré de explicar que quise decir:
En primer lugar no desconozco que muchos de los problemas que afectan a Haití, son productos de la clase política haitiana (desde Louverture hasta Aristide) que han gobernado los destinos del país desde su fundación hasta la actualidad. Pero considero que existen muchos factores para explicar esta situación que agregan no cierta complejidad al tema. Es por ello que utilizó el concepto de eurocentrismo, no como una definición que apunta a una cuestión geográfica, sino como herramienta heurística, para reinterpretarla historiografía latinoamericana y caribeña. Es por ello no trato de apuntar con estas ideas a las razones “misteriosas” de porque la noticia fue o no tratada por la prensa europea o si existe un complot. Eso sería perderme en el mar de explicaciones que son comunes en la actualidad y sobre las cuales no es mi interés de aportar ni tan siquiera mi opinión al respecto.
En el fondo -le repito- solo traté de alejarme de las ideas que prevalecen en medios académicos tradicionales cada vez que se habla de Haití. Es por ello que utilicé el concepto de eurocentrismo. Noción que no es nueva por lo menos en algunos medios intelectuales que intentan explicar la realidad de otra manera. Ahí están los textos de Eduoard Glissant, Erick Williams, Enrique Dussel, que explican su potencial explicativo. Es por ello que me resulta llamativo que mucho de los epítetos con los cuales usted describe mi texto, son los mismos que otros autores han tratado de lidiar, como por ejemplo C.L.R James en su texto llamado “Los Jacobinos Negros” publicado en 1938 y que la Casa de las Américas publicó hace pocos años…
Asociado a estas ideas “perdidas en un llano de sinsentidos e inmadureces” no quisiera dejar de reconocer que el racismo es una variable explicativa para entender esta situación. La modernidad tal y como fue pensada y desarrollada por la academia europea y norteamericana implica un tipo de sujeto con ciertas características y en ella, lo negro para no perderme en muchos detalles es asociado al atraso, subdesarrollo y otro montón de ideas festinadas que han sido introyectadas en esta parte del mundo. Por eso la metáfora sobre el blanqueamiento (tal y como usted señal) si creo pertinente su validez para ponerla en la palestra y tratar de repensar el drama haitiano desde esa óptica. Si usted considera que estas ideas son muy peregrinas, inmaduras, es su derecho, como el mío a tratar de buscar otras ideas para explicar este llano donde estoy perdido…
Adrián Rodríguez Chailloux
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ORALE¡¡
iddia veitía gómez
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Estimado Adrian,
Agradezco su respuesta.
Creo estar totalmente de acuerdo con usted en lo que atañe al uso del «eurocentrismo» como referente de todo ese amasijo de viejos atavismos (neo) coloniales y retrogados.
Pero vuelvo a releer y no veo el vinculo entre ese conglomerado «heuristico» y la reciente medida tomada por RD para, olimpicamente, salir de todo lo haitiano lo mismo en ascendencia que en descendencia. Si revisa un poco la prensa (del pais que sea, del ala que sea, del outlet emisor que sea, del color ideologico que sea) la tendencia general ante la noticia es la estupefaccion. No es una medida, para los estandares actuales, politicamente correcta…
Los gobiernos de Texas y Arizona, o mejor: el ala de derechas mas retrogado del congreso norteamericano (con mayoria de Texas y Arizona) ya quisiera implementar algo asi en sus estados (y en los que se sumen) con el simple plumazo con que lo han hecho los dominicanos. Pero ya sabemos que no, y forma parte de uno de los ejes centrales del 2do mandato de Obama.
España con la emigracion subsahariana apenas ha llegado a ponerle cuchillas a los alambrados de sus fronteras, ademas de implementar mecanismos xenofobos de deportacion y de ingreso al pais. No obstante, luce pequeña su medida (que es muy torpe y racista) al lado de la ley dominicana.
Los recientes hechos de Lampedusa, en Italia, hablan por si solos y las medidas tomadas por el gobierno italiano no dejan de ser despreciables. Pero aun asi, palidecen ante lo que acaba de hacer RD.
Si bien en cada uno de los casos citados anteriormente flota un dejo «eurocentrista», creo que dejarlo en eso seria simplificar el problema.
Volviendo al tema, repito, no es precisamente RD un pais de blancos «eurocentricos» en cosmovision. No se si conoce usted la matanza del perejil (o de los perejiles, no recuerdo) ordenada por El Chivo. Como en el chiste cubano de los orientales diciendo «mosca», aqui habia que decir «perejil» y el que lo dijera en «creole adaptado» era asesinado. Asi de simple.
Y no se si sabe de la crisis de gobernabilidad de el gran Bosch que se vio rematada por una mini-invasion de Papa Doc… le costo el gobierno al gran intelectual.
Y no se si haya leido la obra de Juan Pablo Duarte, el Heroe Nacional de RD. Heroe Nacional de la independencia en la lucha contra (no EEUU, no España, aunque casi)… sino contra Haiti. Es justamente de esta obra donde refulge una frasecita lamentable que dice mas o menos que «los dominicanos y los haitianos nunca podrian estar juntos» o que «nunca podrian coexistir»… algo asi. Lo dijo Duarte, un tipo que ademas era poeta, teatrista, tocaba varios instrumentos, etc… De mas esta decirle, estimado Adrian, que gracias a esta frase lamentable, segregacionista y quizas hasta xenofoba del gran procer dominicano, la medida recien tomada le ha parecido a casi todos (derechos, centristas, izquierdos) una medida de alto contenido patriotico. Asi mismo, patriotico.
Curiosamente el presidente dominicano que recibe sus restos (los de Duarte) y lo nombra Heroe nacional era dominicano de ascendencia haitiana. Me imagino que todos sus descendientes vivos hoy en RD seran deportados… o no?
Lo cierto es, para no extenderme mas, que en este asunto no se trata de blancos contra negros, o de negros mas adelantados contra negros negros, o del ilustrismo catolico contra el oscurantismo del vudu. Se trata de un toma y daca entre dos naciones que nunca han dejado de joderse mutuamente… y, para dejar al pobre Louverture tranquilo, viene desde Desalinnes, si la memoria no me falla. Louverture nunca vio la independencia hecha una realidad. Esas dos mitades de la Española estan irremediablemente en pugna desde entonces a la fecha.
No creo que en este asunto particular (el que segun parece lo movio a escribir sus parrafos) haya culpa historica haitiana por haber sido la segunda republica del hemisferio, la primera colonia libre, o por clavarle agujas a un muñequito de trapo que encarna «al Otro».
Estoy de acuerdo con usted en todo lo relativo al problema haitiano.
Pero no creo que todo ese gran problema haitiano (y sus subtextos) sean o hayan sido el detonante de la medida tomada por RD.
Por eso, citando a Les Luthiers, me parecio que razonaba usted «fuera del recipiente». Y leyendo su respuesta, creame, me lo sigue pareciendo.
Reciba un cordial abrazo y muchas gracias por bajarse esta parrafada.
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