Me dicen Cuba: saborear la Isla desde la identidad


Hace un par de días alguien intentaba insultarme refiriéndose a mi supuesta «cubanía desde la distancia». La verdad sentí mucha pena por un ser que vincula la identidad con la situación geográfica, porque eso es desconocer que aunque estemos en Alaska seguiremos siendo cubanos.

Y precisamente es la comida, una de esas cosas que nos permite vivir nuestra propia Cuba, estemos donde estemos. Como la gente de la Isla siempre estamos pensando en comer, pues acá van algunos platos que yo no dejo de hacer en casa, aunque tenga que zapatear toda Hannover buscando los ingredientes.

Cada uno de ellos va sazonado con mi amor a la tierra y también con las ganas de volver a tener las mismas sensaciones, aunque presumo que para muchas personas que viven fuera de Cuba las cosas no saben igual. No se ustedes pero a veces yo tengo la impresión de que los platanitos, las piñas, los mangos, los aguacates y hasta los cárnicos (cuando los comía) saben más ricos sentados en nuestras casitas cubanas.

No es importante saber si estos platos son típicamente cubanos o no, sabemos que siempre hay disputas sobre las ideas originales, lo cierto es que no hay mesa cubana que se respete donde ellos no estén presente.


Tortilla de platanitos

Tomado de Cuba Material

El huevo, es uno de los alimentos más versátiles que puede ser combinado con casi todo.

En Cuba, solemos hacer una mezcla divina, sobre todo para ofertar a los peques a la hora de almuerzo pues es de rápida confección. Se trata de lo que para nosotros es la tortilla, en otros lugares se le llama omelette. Pues a una tortilla común (huevo y sal) le adicionamos platanito maduro previamente frito.

En mi niñez, y también en la de mi hija, esa era un plato que no podía faltar. La mezcla de lo dulce y lo salado es maravillosa.

Foto tomada de http://farm3.static.flickr.com

Arroz con gris o moro y cristianos

Es cierto, este no es un plato de fácil confección. Dicen que la diferencia entre una y otra variante radica en los fríjoles que se use, colorados o negros, para confeccionarlo.

Se trata entonces de una mezcla de arroz y fríjoles y que hay que tener una buena mano para que quede bien rico. Básicamente se trata de un arroz que se cocina en en el jugo de unos fríjoles que fueron previamente ablandados. Hay quien hace un sofrito con ajo, cebolla, ají, hoja de laurel, comino, sal, y hay que no hace sofrito alguno y se lo lanza así mismo todo al arroz. Hace poco una amiga compartía en FB que su abuela le hecha: ¡naranja agria!


Plátanos puñetazo o tostones

Foto tomada de Cubahora

Nuevamente el plátano, y no es pura insistencia mía, es que los amo. Uno de ellos, el macho o de freír, es el que más me gusta para hacer los Tostones o Puñetazos. Sobre todo si están píntones. También se pueden hacer con plátano burro pero, en mi opinión, no quedan iguales. Como sabemos su confección es muy fácil. Solo tiene que estar dispuesto a invertir una cantidad considerable de aceite, lo cual es Cuba  a veces es difícil. Eso lo sabemos.

Yuca con mojo

Foto tomada de http://www.glotoncubano.com

La yuca se puede hacer de varias maneras, pero la que no puede faltar un 31 de diciembre, es la yuca con mojo. El momento que más disfruto es preparar en una sartén el sofrito a base de ajo, y naranja agria. Lo más complicado es escoger la yuca de manera que quede blanquita y suavecita, lo cual depende de la experiencia de quien la haya comprado para determinar que la vianda esta recién sacada de la tierra. Confieso que yo no soy muy buena en eso.

Frijoles negros

Imagen tomada de http://www.glotoncubano.com

No conozco a una persona de Cuba que no le gusten los fríjoles negros, eso si, cocinados a la usanza cubana, lo cual quiere decir que no le pueden faltar como ingredientes: ají verde, vino seco, hoja de laurel, comino, aceite, ajo, cebolla (si es de oliva mejor pero esa es una especie en extinción en la Isla) y el puñadito de azúcar. Mejor si quedan para el día siguiente, los llamados “fríjoles negros dormidos”, y es cuando se sabe de verdad lo “encojonado” que quedaron.

Tamales

Dudo que el tamal sea un plato cubano, de hecho en países como Colombia también se conoce un plato con el mismo nombre, y ademas en la Isla no tenemos demasiados platos con maíz, comparado con Centroamérica por ejemplo.

Cuando yo era chica, mi madre hacía el tamal de manera regular y recuerdo que me encantaba ir con ella a seleccionar las mazorcas (soy una especialista), y luego sentarnos juntas en el balcón a deshojarla. Cuando aquello una mazorca costaba 5 kilos. Ahora el tamal se realiza solo en festividades muy muy especiales, creo que por la trabajoso que es.

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Crédito: ricardo

Un tamal cubano llevara casi exclusivamente, maíz tierno, alguna carne (pollo, masas de puerco o chicharrones) y un sofrito hecho a base de ajo, cebolla, ají y sal. Muy importante: la grasa de puerco para sofreír esos ingredientes.

Pero como yo no como cárnico alguno los prefiero solo con una sazón vegetal y con aceite vegetal también. De todos los platos acá listados, este es el único que aun no he podido hacer. Así que lo que tengo es pura nostalgia

Quizás alguien recuerde aquellas laticas de tamal, que valían un peso y algo. Eran deliciosas y siempre muy socorridas para los campismos, acampadas, guerrillas, etc. ¡Qué tiempos aquellos!

3 comentarios sobre “Me dicen Cuba: saborear la Isla desde la identidad

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