La inscribieron como Alba Rosa, pero para la familia es Rosita. Es habanera, nacida en Playa, y estudió Economía en la Universidad de La Habana. Vive desde hace más de una década en Barcelona, España, y confiesa disfrutar muchos de su familia y de sus amigos. Además, adora viajar para descubrir culturas y gastronomías.
Es culta, dinámica, polémica y, en ocasiones, arrolladora. Su actividad en las redes sociales es intensa, especialmente en Facebook, y posee la experiencia de quien ha tenido que labrarse su propio camino. Escucha con atención y saca sus propias conclusiones para luego devolvérnoslo en información que halló en no sé cuál esquina virtual y que, seguramente, nos hará reflexionar.
Como cubana emprendedora, ha fundado la agencia de viajes Okitravel, que, según ella, quiere decir: “Ok, está todo bien, estamos aquí para lo que necesites, puedes contar con nosotros siempre”. Pero su relación con los viajes es anterior a su llegada a Europa.
En La Habana, Rosita se dedicaba a tramitar la visa de profesionales en cierta oficina. Definitivamente, ¡por ahí le entró el agua al coco!
Antes de llevar a cabo lo que podría ser considerado como el mayor riesgo de su vida, su propia empresa, Rosita siempre se preguntaba, confiesa, cómo sería tener una empresa y poder sacarla adelante, aun con las limitaciones económicas y logísticas del país, aunque reconoce que nunca se lo planteó en serio.
La gerente general de Okitravel se describe a sí misma como una mujer con iniciativas y que encuentra soluciones rápidamente. “Algo tengo en los genes. Mi madre es una emprendedora nata, siempre tiene una idea, un proyecto, algo que hacer, algo que mejorar.
Cuando visitó España por primera vez dijo que era una pena que hubiera llegado a este país con su edad y con problemas de salud”, comenta.
Okitravel nace en el 2013 producto de la necesidad y de las dificultades que en ese momento atravesaba. Se había quedado sin empleo y tuvo que elegir entonces entre pertenecer a las listas de parados o hacer algo para continuar trabajando en lo que le gustaba. Así lo cuenta: “Decidí aunar esfuerzos con una de mis excompañeras de trabajo y fundar una agencia de viajes. Es una realidad que emprender en España es complicado, pero quise aprovechar la experiencia de haber trabajado en varias agencias de renombre, dejar aflorar esa parte nómada que casi todos tenemos y vender viajes, experiencias, ayudar a las personas a descubrir Cuba. El camino ha sido duro, pero ha valido la pena”.
1.- ¡Empezar ya! No vale tener la idea rondando la cabeza y dar vueltas sobre el asunto una y otra vez. Hay que animarse y empezar.
2.- Aprender todo de tu proyecto. Administración, marketing, atención al cliente, conocer al detalle tu producto, acceder a toda la información que puedas y que esté relacionada con lo que quieras hacer. Conocer tu competencia, tus proveedores y, sobre todo, mimar tu producto y a tus clientes.
3.- No conformarse. Ser creativa para seguir creciendo y mejorando. Hay que recordar que, en el mundo de los negocios, crecer no es una opción: o creces o tu negocio desaparece.