
Si, se mueve como en la tela de una araña que no soporta el peso, no ya del elefante ni siquiera de su habitual hospedera.
Y los periodistas de la vieja escuela lo saben. Solo eso explica que arremetan contra publicaciones jóvenes, creativas y sagaces, y también contra algunas bitácoras y sus “escribidores”, con off topics y argumentos baladíes, Que si la constitución, que si la legalidad, que si el salario… Pedestres razones que solo podrían poner en crisis la existencia de dichos espacios cuando una sola persona es quien decide entre el sí y el no.
Ante la falta de argumentos y el desconocimiento de cómo transcurre el periodismo ciudadano, de lo que implica el 2.0, que no es sólo un numerito, y rol de la persona que lee en establecimiento de los posibles contenidos de la publicación así como el valor de la retroalimentación y el contacto con los internautas, se levantan críticas que yo llamaría que no son “el pollo del arroz con pollo”.
Y es que hace mucho que la información no es el ámbito de trabajo exclusivo de los periodistas. La realidad es mucho más compleja y variopinta, y las tecnologías vinieron a sazonarlo todo, aún en Cuba donde por lo general tenemos como mínimo 10 años de “retraso mental”.
Digo por lo general, porque tanto la blogosfera cubana como esas publicaciones nos están mostrando que ya no estamos pidiendo el último en la cola. No todos. Hay un grupo de gente conectada (en contenido y forma) con lo más atrevido y ocurrente y apostando también por lo bello y la recreación. Gente que ya no cree que todo tiene que ser pensado por una persona sino que se organizan en la horizontalidad y reconocen el valor de darle la voz a las personas.
No son productos perfectos. Es cierto. Nuestras publicaciones, las más ortodoxas y tradicionales tampoco lo son. Sin embargo, hace años aprendí que lo perfecto es enemigo de lo bueno. Si la batalla es a pensamiento pues ganémosla a pensamiento, digo.
No hay porqué alarmarse, cuando la televisión se tambaleó llegó el paquete, cuando el cine del ICAIC casi desapareció, llegaron el cine y las productoras independientes… Entonces tenemos lo que nos merecemos, gracias a los Orishas, internet y la creatividad cubana.
Al mismo tiempo noto que hay muchas bajas pasiones o para decirlo de otro modo, “demasiada lucha por el poder”. La “búsqueda incesante de la yuca” nos enfrenta con insistencia al otro; de manera que desvalorizamos antes de reflexionar, cuestionamos antes de preguntar y sancionamos antes de educar.
Muy pocas personas quieren echarse pa un lado y dejar que otros tomen el puesto. Hay quienes a todas luces prefieren ser parte del problema. Continúan los “tiradores de guevos”, ahora virtuales, pero ahí están. Tan solo cambian los escenarios.
Y eso sí me preocupa, porque la ignorancia se llena con conocimientos, pero las actitudes…., eso ya es otro asunto.
Imagen tomada de La Legal
«…Al mismo tiempo noto que hay muchas bajas pasiones o para decirlo de otro modo, “demasiada lucha por el poder”. La “búsqueda incesante de la yuca” nos enfrenta con insistencia al otro; de manera que desvalorizamos antes de reflexionar, cuestionamos antes de preguntar y sancionamos antes de educar…»
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