Hace un par de día puse un post en Fb pidiendo 5 nombres de periodistas negras cubanas que trabajasen en la televisión. Varias personas respondieron a mi llamado, y junto con los nombres aparecieron interesantes comentarios que me llevaron luego a preguntar, también en esa red social:
La persona mulata, ¿no es negra?
Y dice mi amiga Elena Palacio Ramé, quien es realizadora de televisión:
Ay, Sandra provocadora, a qué debates convocas… Pero leyendo los comentarios me doy cuenta de cuán importantes y vivos están aún algunos temas. Que el mestizaje es una condición de la humanidad para su evolución y supervivencia, está más que demostrado por la Genética. No hay más que echar un ojo a la historia humana para comprender la importancia de las migraciones, invasiones y movimientos humanos de todo tipo, que han estado trabajando en cruces y mezclas interminables que nos han permitido persistir sobre el planeta unos 4 milenios o más. Pero que mulato y negro son términos que en el colonialismo nos legó para desgracia y de los que aún no logramos desprendernos en la vida cotidiana (y hasta en carnet de identidad), de eso no me cabe duda. Como bien dices, eres negra y eres mestiza. Y yo soy esa “mulata” supuesta y soy mestiza, y mestiza es nuestra amiga Ana María, por poner un ejemplo… Que los resultados de las investigaciones sobre marcadores genéticos en Cuba han arrojado conclusiones que escandalizarían a los más racistas. Pero si me preguntas, en lo personal, yo estoy en contra del término: mulata. Si se refirió una vez a Guillén como: “mulato que prefirió ser negro”, yo estoy con ello. Más allá de la connotación inicial de la palabra (como las mulas), el hecho de que, sobre todo en el universo antillano y caribeño, los diferentes “escaños del color”, por llamarlos de algún modo, hayan servido para medir, dividir y marcar diferencias malsanas, hace que sea necesario replantearse todavía un término que no tiene nada de inocente. Y no olvidar que todavía un siglo atrás había toda una terminología cuasi matemática que era representativa de esa neurosis social: cuarterón, ochavón… Te conté una vez lo que quería hacer con ese cuento, “Ella no creía en bilongos”, justamente porque me parecía horroroso el enfrentamiento sexual o de cánones de belleza y erotismo entre una negra y una mulata. Provengo de una familia, por la parte materna, de mulatas y mulatos neurotizados inconscientemente por los viejos y arraigados estigmas que heredamos de una época en que los matices de la piel visibilizaban las cualidades de poder o desventajas sociales. He escuchado y padecido todos los clichés: adelantar, adelantar, adelantar (“¿Para dónde?”, me preguntaba desde niña), las mulatas son el mejor invento de los gallegos, lo de la envidia de las negras y la preocupación de las blancas… Un personal horror para crecer, repensarme y ser quien soy ahora. Sé que soy una mujer cubana que tiene enredado en su ADN muchas huellas (hasta de chinos) que me han hecho saludable, fuerte y quiero creer que inteligente. Conversando con una amiga le decía, medio en broma, que al escuchar las opiniones que sobre sí mismos tienen algunos individuos considerados lo que llaman por acá blanconazos o mulatos claros, preferiría la tajante definición de “todos son negros” de los países que, como EU, sufrieron de otro tipo de coloniaje más tajante en ese sentido. Pero en fin, el tema da para mucho, mucho más… Y provocar es bueno, porque pueden despertarse muchas cosas en las cabezas de la gente.
Yo soy llamada en Cuba «mulata blanconaza» porque mi madre era blanca descendiente de isleña y mi padre una mezcla de mulato con chino.
Las definiciones como: jabao, mulato blanconazo, mulato color cartucho, negrito, negro azul y otras, en los últimos años se han intensificado, independientemente que cada vez con mayor frecuencia, se encuentran parejas de distintos colores de piel, por decirlo de alguna manera.
Es muy acertado plantear que todavía quedan en la sociedad cubana vestigios de esa estratificación que se da por medio de las mal llamadas «razas».
Al final, tenemos un poco de todos, porque somos cubanos, y eso implica mestizaje en sí.
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Jajaja, coincido con Elena Palacio, eres una provocadora y me extraña que encontrar aquí un solo comentario porque yo que no soy fácil de provocar siempre salto cuando escucho una pregunta parecida a esta. Lo de ser mulato, y no negro, es una de las cosas que los racistas mejor manejan para mantenernos separados. Lo más triste es que por generaciones lo seguimos repitiendo y pocos nos damos cuenta de la manipulación. Mi opinión: negro es negro, sea claro u oscuro, con la nariz más o menos fina, con los labios más o menos gruesos, con el pelo más o menos rizado. Nunca he escuchado hablar de blanco claro o blanco oscuro. Felicidades por tu blog. Feliz y próspero 2107. Un abrazo.
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Muchas gracias Amiley. Sucede que la discusión que se dio en Fb fue bien extensa ;). No obstante quise poner acá la reflexión de Elena pues me parece muy muy lúcida. Un abrazo. Feliz 2017
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Hola,
No, en USA se sufre lo mismo, se llama colorism.
Y es la discriminacion entre individuos de la misma raza. Las muchachas bien negras quieren ser mas claras y hasta se ponen bleach y tratamientos.
Recomiendo un documental llamado Dark Girls . Habla del colorism in USA y la presion de las muchachas negras mas oscuras, que en escuelas de barrios afroamericanos sufrian discriminacion y burlas por las mas claritas. Tambien habla de como tener a Michelle Obama y a Viola Davis, mujeres negras bien oscura, pero simbolos de elegancia, exito social, educacion, belleza y clase ha cambiado un poco la forma de verse las muchachas mas oscuras.
Eso es lo que hay en Cuba, colorismo, a la mulata se le atribuye mas belleza por ser mas clara.
En USA es mas general es verdad en el sentido de que al final todo el que no es blanco, es una persona de color. Y ahi cabemos los brown, los black y los yellow. Aunque entonces entre las personas de color se formen distinciones.
Saludos
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Lo miro, muchas gracias!
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Otra cosa en USA sobre el colorismo. The paper bag rule. Si el tono de la pier era igual o mas claro que el del cartucho, pues mas aceptable y bella. (mulata color cartucho en Cuba seria).
No se pierdan el documental, son testimonios de mujeres negras y el documental esta super bien hecho
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Agradecida por el tiempo apasionado que le pone para escribir estas lineas y hacer conocedores a estos lectores amantes de los derechos humanos mundiales.
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Vengo de una familia muy mestiza. Por parte de madre pude conocer, de niña: indocubanos, norteamericanos, canarios. Mi madre y mis tíos, a pesar de ser «mulatos blanconazos» fueron fueron relegados familiarmente por no ser blancos. Por parte de padre tengo sangre Iraquí, Vasca, y Mandinga del Norte de África. De este mestizaje si estoy muy orgullosa. No veo mi piel, no me interesa.
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