Manejar el cabello afro-rizado natural no es difícil, solo que cuando se comienza en este camino solemos sentir un poco de miedo por lo nuevo, lo desconocido. Es cierto hay mucho material y técnicas que aprender; recuerdo que al inicio yo me sentía un poco abrumada por tanta información y desconocimiento pues pensaba que era una cosa bien sencilla de solo aplicar acondicionador y resolvía el problema (que el cabello quedaría como el de los anuncios) y la realidad era otra, tenía que hacer mi tarea (estudiar), tenemos la suerte de poder cambiar de peinados, estilos protectores, aplicar productos naturales, etc y resolvemos el problema.
Con MUCHA PACIENCIA aprendemos todo poco a poco. No podemos pretender saber todo el primer día, eso es imposible, y como todo en la vida es mejor comenzar por los conocimientos básicos: Qué es lo básico?
Pues saber que tipo de porosidad tiene tu cabello, ya con eso tienes la mitad de la batalla ganada, pues sabrás cuáles son los productos que puedes usar con mayor certeza, lo que me funciona a mí puede que no te funcione a ti porque cada cabello es un mundo. Por eso, al inicio, debes de coger una agenda y tomar notas, escribir también lo que haces cada semana y si te resulta o no. Por cada producto que uses dale un margen de 2 a 3 usos para saber si te funciona, crea rutinas o prueba las que ya han hecho las personas que llevan muchos años tratando el cabello natural.
Además no debes cegarte con las marcas, trata de enfocarte en el producto como tal: si es libre de sustancias químicas dañinas para nuestro cabello.
En caso de que no tengas las posibilidades de adquirir estos productos limpios y completamente naturales tienes otra opción y es resolver por ti misma la situación con lo que tienes en tu cocina. Trata de conocer los aceites y sus propiedades, son un gran aliado. Los más comunes son el aceite de coco, oliva y el de almendra. Al inicio te sentirás incómoda de tratar con tantos aceites (pues toda la vida hemos estado acostumbradas a otro estilo) pero cuando ves los resultados te sentirás enamorada.
Una de las herramientas imprescindibles para desenredar el cabello son nuestros dedos. Con delicadeza podemos deshacernos de todos los nudos que se han formado. Después que hayas terminado podrás usar el peine de dientes anchos y desenredar el pelo bajo la ducha te será de mucha ayuda.
No olvides tampoco usar un gorro de satén o una funda de la misma tela para dormir, ni tampoco te olvides de hacerte la piña o algún estilo de peinado que proteja tu pelo.
Además, cada tres meses debes cortar las puntas si quieres ganar en salud para tu cabello. No le tengas miedo a la tijera. Sin exagerar en el corte y con sistematicidad puedes obtener resultados fabulosos, a menos que tengas un daño irreversible y debas hacer un corte importante.
Otros de los aspectos básicos es aplicar el Método LOC para sellar la humedad hidratando la hebra desde su interior. Para ello lava tu cabello a menudo con acondicionador, este se llama Co-Wash y te permite brindarle al cabello más hidratación. Olvídate de el champú y el deseo de sentir mucha espuma en nuestro cabello; el acondicionador también limpia nuestro cuero cabelludo y el pelo.
Los tratamientos profundos no son menos importantes; si tus cabellos son muy secos los puedes hacer semanal o cada 2 semanas, tú decides. Refresca tu pelo cada día o cuántas veces desees durante la jornada a la cual llamamos agua de peinado y no es más que mezclar agua destilada, preferiblemente con Leave-in, con gotas de un aceite preferido en una botella atomizador.
Tratar nuestro cabello natural no se parece en nada a lo que solíamos hacer cuando llevábamos el pelo desrizado. Tampoco los productos. Si deseas intentarlo, ¡¡¡pues ADELANTE!!!