Que la representación de las mujeres y de los cuerpos negros es un tema que me fascina, no es un secreto para nadie. Entre otras razones, porque tantos años dedicados al activismo me ha aguzado tanto la mirada, al punto de que cada día me complace menos el regodeo en los estereotipos: ni Criollitas de Wilson, ni rubias descerebradas. Las mujeres no somos eso.
La imagen a la que haré referencia en este post fue publicada por el reconocido periodista santiaguero Anolvis Cuscó Tarradell, trabajador de Tele Turquino, quien, al decir de muchos, es una institución del periodismo en la provincia. La imagen de marras apareció con el rótulo: «Para reír y olvidar las penas, jajaja» donde, a todas luces, las mujeres no salimos bien paradas.

Cuando la vi, pensé que sería suficiente con comentar en el muro de Taradell, para aportar ala discusión que allí estaba teniendo lugar. Cuál fue mi sorpresa cuando al tercer comentario fui bloqueada, entonces me fui a mi muro a debatir.
Sin embargo, esto no es lo que me convoca a dedicarle unas lineas a este incidente (amo el botoncito que tiene Facebook para salir de la gente cuando molesta y reconozco el uso legítimo del mismo) sino la sordera de este profesional de los medios de comunicación, a las decenas de comentarios que varias personas le hicieron, -entre ellos profesorxs de la Universidad de Oriente y/o especialistas en género-, y que fueron borrados/bloqueados uno a uno.
De hecho, pensé dejar este asunto en ese punto, el del debate que se suscitó en mi muro; pero una persona, «hombre tenía que ser», intentó regañarme -aludiendo a la cacería de brujas a la cual me dedicaba al denunciar esta imagen-, y defender además al periodista. Lo anterior me recuerda, como he dicho con anterioridad, que los hombres muchas veces actúan como un clan; como le dije a esta persona, se dan palmaditas entre ellos y pretenden que nosotras las mujeres no protestemos por el callo que nos pisan.
Pues responderle a este «pasante» por mi muro, es también una de las intenciones de este post. Si le molesta el activismo feminista, que vaya a ver como 22 hombres le dan patadas a un balón. Yo para lo último no tengo tiempo pero en lo primero se me va, gustosamente y con compromiso, la vida. Se equivocó la paloma, se equivocó…
Quien ha leído este blog con anterioridad, sabe que no suelo hacer análisis de las imágenes aunque las denuncie, pues prefiero que cada quien sea libre de analizar lo que desee. Este caso no será una excepción, por tanto solo repetiré que, además de misógina y sexista, es muy desagradable y no tiene absolutamente nada chistosa, al menos no para quien crea en la dignidad y el respeto de las mujeres, y, en general, de todos los seres humanos.
Hay personas que se preguntan, cómo es posible que un profesional cubano, que ha ganado tantos premios en su sector, pueda compartir algo tan sórdido sobre las mujeres en las redes sociales. Les doy la razón; sin embargo, tantos años en estas lides me han enseñado que las «vacas sagradas» son, en muchas ocasiones, más vacas y menos sagradas, y que a muchas les falta la humildad para reconocer que la han pifiado; tal creo, es el caso.
A Cuscó y al lector de mi muro: hombres, denle 7 vueltas a la lengua dentro de la boca antes de dirigirse a una mujer como Uds. lo han hecho en las últimas horas, ya sea en palabras o con las imágenes que sobre ellas comparten. La dignidad masculina también existe.
Foto de portada: Didier Castañeda
Un comentario en “Cuscó Tarradell, una imagen sexista-misógina y un lector equivocado”