Por Julio Moracen Naranjo
Encontré a un conocido en la calle, me abordó con aire atarantado y en estupor me dijo: sabes ahora te entiendo mejor. Le pregunté el porqué y respondió: es que ayer soñé que era un negro y si supieras, como me pasaron cosas que ya te he escuchado hablar y siempre pensé que eran absurdas, “cómo cuales”, dije, entonces, el conocido, enumeró infinitos casos de racismos, encuentros y desencuentros marcados por la intolerancia al otro, el odio a lo diverso, tantos que me asombré y casi descreí que todo eso hubiera ocurrido en su sueño de hombre blanco que era un hombre negro – aun así fui paciente – lo escuché hasta el final cuando dijo: ahora me siento como si fuera tu hermano de lucha, pero aún no tengo la suficiente valentía o espíritu para sacar fuera todo lo que sentí al vivir mi sueño de negro, ¿porque no escribes eso que te cuento y lo publicas en Facebook? Con una pequeña sonrisa, en absurdidad contagiosa, le dije: sí, porque no, quizás encuentre una manera. “Gracias, gracias”, exclamó y haciendo un saludo de retirada -al estilo de negro de filmes americanos- se alejó caminando con parsimonia calle abajo, parecía feliz.
(Viernes 8 de junio 2018)
Blackface/Minstrel_Poster Billy Van Ware
Es un flash fiction magnífico aunque no sea ficticia. Felicitaciones.
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