Estoy alarmada por las respuestas de una parte importante de la población cubana ante actos de exclusión y discriminación. No ha quedado títere con cabeza, ha dado igual si es gente de izquierda, de derecha, «leída y escribida» como suelo decir en estos casos, o con conocimientos básicos. Mucha, mucha gente, también amiga y progresista, ha caído en el jamo.
La gente de Cuba tiene una tarea pendiente con el racismo, la exclusión y la discriminación. El caso más reciente, de los tantos que pululan en las redes, es el incidente que protagonizó una trabajadora de Taco Bell, quien se autonombró Luisa (aunque ese no es su nombre real) y que se negó a atender a Alexandria Montgomery. El video llegó a mi porque una amiga afrolatina me lo pasó, lo publiqué en mi muro y luego se expandió en las redes cubanas.
Leyendo los comentarios de internautas cubanos y las notas que se han escrito sobre este asunto, me he hecho un escrutinio de los argumentos más frecuentes usados para analizar lo sucedido. A estos les respondo.
- No importa que Alexandria estuviera en el país donde nació, y hable fluidamente la lengua de allí, la que además es su lengua madre.
- No importa la condición migratoria de «Luisa», mucho menos fuese cubana y que su lengua madre fuera el castellano y tampoco que fuera o no ciudadana estadounidense.
- No importa que el hecho haya tenido lugar en Hialeah, lugar donde un porciento altísimo (dicen que casi el 96%)de la población habla castellano.
- No importa que Alexandria (o su acompañante) hubiese grabado la discusión, hubiera parecido sorprendida (lo que algunas personas insisten en llamar burla).
- Tampoco importa que haya entendido que «Luisa» le decía que no la iba a atender en castellano, que «esto es Hialeah aquí no se habla inglés».
- Mucho menos importa que Alexandria no hubiera intentado comunicarse por otra vía: con mímica, usando el traductor de google o escribiendo en un hoja…
- No importa que Luisa haya perdido su trabajo y Alexandria no haya podido comer lo que deseaba.
Lo único que importa de todo lo acontecido es que Luisa dijo: «SI ENTIENDO, PERO NO QUIERO», eso está más que claro en el video, justo en el minuto 2.20; además de amenazar a Alexandria, con llamar a la policía (quienes somos personas negras sabemos lo que eso conlleva) y mandarla a que se fuera hacia otro Taco Bell.
Eso es lo que importa porque «Luisa» está en una posición de poder, ella decide a quien le vende y a quien no (aunque el capitalismo dice que el cliente es quien manda); y Alexandría es una clienta, pero no cualquiera: ella además de ser una mujer afro. No atenderla porque es una mujer negra o afroestadounidense es RACISMO.
El resto son especulaciones para tratar de justificar su comportamiento. Y si vamos a especular, considero que si la cliente hubiera sido blanca (da igual su nacionalidad), «Luisa» hubiera hecho absolutamente todo para comunicarse y tomar el pedido.
Y para poner el parche antes de que sangre la herida: EL RACISMO INVERSO NO EXISTE, como tampoco el «racismo de dos vías» o «las dos fueron igualmente racistas».
El racismo es un relación de poder que se ejerce sobre personas y poblaciones que han sido consideradas inferiores históricamente (por los racistas, claro); por lo tanto, no vale que justifiquen el comportamiento de «Luisa» aludiendo que «los negros americanos también son racistas». Esgrimir una razón como esa habla de su ignorancia de cómo funciona el racismo».
Foto: Adolfo Lujan. Reproducida bajo licencia Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.0 Generic (CC BY-NC-ND 2.0)
Muy certero tu razonamiento.
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Llama la atención que los políticos más prominentes de Miami hayan ensalsado a Luisa Taco Bell, como si hubiese hecho una notable hazaña https://ellumpen.com/2018/09/nombran-a-luisa-taco-bell-hija-ilustre-de-hialeah/
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Estoy de acuerdo con todo lo que dice el artículo excepto con la parte de la posición de poder. Pienso que la posición de Alexandria en estos momentos es mucho mejor que la de Luisa. Primero que todo fue la clienta, segundo, es afroamericana, y tercero, tiene un video para probar discriminación. Si juega bien sus cartas, puede hacer que echen a Luisa del trabajo, que su historia sea noticia y que Taco Bell la indemnice. Lo que Alexandria tiene en sus manos ahora mismo es más poderoso que la negación de Luisa a atenderla, servirle, o lo que sea.
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100% de acuerdo!!!
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