En un artículo publicado recientemente por el diario estadounidense The New York Timesse lee: “Para los negros cubanos, la revolución no ha comenzado”, afirmación que le atribuye al escritor cubano Roberto Zurbano.
Cinco imprescindibles aclaraciones:
- La Revolución para los negros en Cuba comenzó el 10 de octubre de 1868 y el mayor triunfo ocurrió en enero de 1959. La victoria de enero fue sin lugar a duda, la victoria de todo el pueblo desposeído; donde la mayor representación estaba constituida por los históricamente olvidados: negros y mestizos. La Revolución Cubana no solo por definición es antirracista sino también por su práctica y esencia. Y esa verdad puede ser corroborada por los negros y mestizos cubanos, angolanos, jamaicanos, guyaneses, namibios y haitianos para nombrar solo algunos.
Habría que decir que los negros que ayudaron a la independencia fueron preteridos y discriminados, primero por los dos gobiernos de intervención yanqui, y luego por los de la República burguesa; que cuando quisieron hacer valer sus derechos, se les vino encima la masacre de los Independientes de Color, asunto que ahora se está tratando de poner en el orden del día de la instrucción de niños y también de adultos, desconocedores o mal informados.
- Los cambios trascendentales para los negros cubanos no se han producido con las medidas económicas adoptadas recientemente por el Estado, sino hace más de 50 años con la política de justicia y de igualdad desarrollada por la Revolución.
¿Qué no ha sido suficiente? nadie aquí lo niega, comenzando por los máximos dirigentes del país. El modelo cubano de desarrollo no ha renunciado al objetivo de crecer con justicia y a tener en cuenta los problemas económicos y sociales de la población.
La Revolución les dio posibilidades a todos sin importar color, pero los bolsones de miseria que entonces tenía la sociedad cubana y que aún subsisten, incluyen a una buena cantidad de negros y mestizos.
Se comenzó una política de igualdad a partir de una gran desigualdad.
- Que el gobierno no ha permitido que los prejuicios raciales sean debatidos o confrontados política o culturalmente como afirma el articulista.
Y qué han sido las verdaderas audiencias públicas, que a lo largo y ancho del país, se han estado efectuando y se desarrollan en cada una de las provincias, promovidas por la organización que agrupa a los intelectuales y artistas de Cuba, UNEAC, a través de su Comisión José Antonio Aponte, nombre del negro cubano que organizó y dirigió la primera insurrección contra la esclavitud y el régimen colonial español. Audiencias donde ha primado el debate para la búsqueda de soluciones definitivas teniendo en cuenta que además de un problema económico, se trata de un problema de moral, de civismo, de eticidad y al final, de cultura que la sociedad de ahora debe enfrentar y resolver, pero que no se logra de un día para otro ni con asumir determinadas leyes o albergar deseos favorables a lograrlo. Se trata de un mal, cuya solución corresponde no solo al Estado sino a la sociedad toda con acciones concretas.Para los cubanos, la Revolución comenzó hace más de 50 años y ha echado andar, solo nos falta perfeccionarla y por ese camino andamos, con todos los que quieran y para el bien de todos los que quieran.
- Ahora, en el siglo XXI, habrá que preguntarse: ¿Cuántos negros y mestizos han sido graduados en las universidades de Cuba después del triunfo de la Revolución? ¿Cuántos negros y mestizos laboran en los polos y centros científicos del país? Cuántos negros y mestizos se han graduado como médicos y profesionales, una gran cantidad de ellos cooperando en solidaridad con países de todo el mundo. ¿Cuántos negros y mestizos formados por la Revolución han llenado de gloria a la Isla en el terreno del deporte y la cultura? ¿Cuántos negros y mestizos están representados en el órgano superior del Estado?
- Sí, sin lugar a duda que cuando llegue el momento en que Raúl Castro abandone su oficina, podremos medir con justeza el legado de equidad que tanto él como su hermano, el Comandante Fidel Castro, legaron para el porvenir de nuestro país. Cuba será muy diferente, pues se habrán articulado una buena parte, si no todos, los cambios conceptuales y estructurales propuestos en aquellos debates donde cada quien según su capacidad expresó cómo quería que fuera la Cuba donde le gustaría vivir.
Podemos estar de acuerdo o no con algunas de las consideraciones atribuidas a Roberto Zurbano, pero ¿por qué The New York Times se preocupa ahora con la situación de los negros en Cuba? ¿A dónde se quiere llegar con estas aspiraciones?
Para los cubanos, la Revolución comenzó hace más de 50 años y ha echado andar, solo nos falta perfeccionarla y por ese camino andamos, con todos los que quieran y para el bien de todos los que quieran.
Tomado de http://www.lajiribilla.cu/articulo/4168/new-york-times-y-los-negros-en-cuba
2 comentarios sobre “The New York Times y los negros en Cuba. Por Heriberto Feraudy”