Título: Sahnet
Autor: Pedro Pérez Saduy
Tú eres el rostro del iniciado
David Diop
Tuyo perfil censurado de belleza
irrealidad
ruptura
aceites dorados.
Reposas mi fatiga de revoluciones fabulosas
como selvas violentas
monte de fieras
sabiduría
ebriedad de las arenas nocturnas.
Asi te atreves a consolar mi dolor
sobrevivencia de imperios
diosa de los cetros por lágrimas
monstruo saturado a noche
silueta
confidencia exacta
monasterio cóncavo de la leche.
Eres la memoria resonante en la cintura
de los siglos
padeciendo
joya traficada.
Yo digo amor
sangre viviente
llaga
ángeles como centauros
y conjuro.
Yo hago surgir desde tu vientre
salvajes caricias
testimonio presente
caprichos
orishas
fertilidad
tierra
ritmo
semen.
Lo prohibido eres tú
palabra vital
semilla.
Fórjese la encrucijada entre tus muslos
demonio
caracol
cedro.
Héme aquí que me nutres de estrellas
porque eres
la carne de la noche
que sufre de tumultuosos astros sexuales
proclamo tu ser estremecido.
Bestia como fronteras
auras de altamar
esqueletos a la deriva
aullidos en el máximo segundo
silenciosos jardines sin cruces.
Mi guitarra
mi cuerpo vaciado
mi visión
o estatuillas infantiles
cubiertas de la negrura que es virgen.
Retorno a la textura de la piel
hacia los labios y ojos aglutinados.
Asi te nombro
pendulario de las horas rebeldes.
La nueva hora avanza sombras
sobre las manecillas de confesiones
y empresas fatales.
Máscaras iluminando deseos equivocados
penetran marionetas tostadas al sol.
¡Proa al trópico descubierto ayer!
¡Si me negara a salir de tu vientre
y regresara al tigre de hojas y flamboyanes
tumbados de clemencia ante tu altar!
Eres la cicatriz
porque jamás te proclamo en voz alta.
Y ahí padezco este descenso temporal
al sur de todas las regiones.
Isla preñada de salitre
en tus senos de peninsulares aguas.
Arma inexorable de girasoles e incienso.
Mensajeros del César golpeados en mi frente.
Te saludo extranjera
mientras la guerra reconstruye
su próxima enajenación
canto a la piedad
al coito de los naufragios cósmicos.
Metamorfosis
insectos de la razón
potros geniales
mariposas estrujadas
porque eres la fecundidad
el sacrificio
mi sueño universal sin el traje futuro
algas arrebatadas al ser
como sables disfrazados a sangre
dagame.
Desde el pantano duermen los árboles
que sirvieron de apoyo
pero soy tu creación
tu profecía
tu pueblo Sahnet
que perdura ignorado
en las pequeñas islas importadas al Caribe.