Para mí no lo es. Y la razón está en esa barba perfectamente armonizada en un rostro que se regodea en la feminidad. Esa barba es símbolo rotundo de una masculinidad, quizás la más tradicional de las posibles. Los guerrilleros y los islamistas por ejemplo, son hombres con barbas, no se si como resultado oSigue leyendo «Conchita Wurst no es una travesti más»