No levantaba una cuarta del piso cuando ya pensaba en parir. No recuerdo con exactitud la edad que tenía por ese entonces, pero jugar con muñecas para mí era ensayar a ser madre. Siempre. Muchos años después me daría cuenta que esa fue mi estrategia inconsciente de sentirme menos sola. Estaba rodeada de gente enSigue leyendo «Alto Riesgo»