Cuba es una isla desconectada. Eso es un hecho. Pero la vida insular continúa y la gente se adapta, de alguna manera, a un mundo donde un terabyte en una nube es un derecho.
Jorgito, director de Kamankola, es uno de esos cubanos que ha echado palante su proyecto profesional con el uso de la exigua conexión que hay en la isla. Y, sobre todo, con la asistencia de amigas y amigos que en las redes sociales compartieron su proyecto: la financiación de Antes que lo prohiban, el último disco del joven músico.
Sobre lo acontecido con la movida realizada en internet a través de la plataforma Verkami para hacer su proyecto posible versa esta entrevista.
En una entrevista para Oncuba decías: “Que salga el disco y poder presentarlo el 27 de marzo en Bellas Artes. Será el lanzamiento oficial …”. Te pregunto, ¿lo lanzaste finalmente? ¿Cómo quedó “la actividad”?
El concierto se hizo y gracias a dios quedó precioso, se cantaron todas las canciones del disco, el teatro se llenó, lo único que faltó fue el disco, jajaja. No dio tiempo a hacer las copias, pero creo que la gente lo disfrutó muchísimo igual y quedaron a la espera del disco físico.
¿Cómo te sientes con la que, tal vez, sea la primera propuesta de un disco de un músico cubano que se publica con la ayuda de mecenas? Si te pudieras imaginar un acceso pleno desde a Cuba a internet, ¿cómo podrías vislumbrar la producción de discos sobre todo en géneros tradicionalmente no respaldados como el rap?
Pues esto lo veo como una esperanza a los artistas cubanos, como alternativas que no conocemos pero están y se pueden lograr. Sería lindo difundir lo que logré para que todos se enteren que hay más luces en los túneles. Con una buena internet sería todo mas fácil. Con la ayuda del crowfunding se están moviendo casi todos los artistas en el mundo.
Ganaste 12 euros más de lo previsto. ¿Satisfecho con haber logrado reunir esa plata y de haberlo hecho con gente amiga y también con desconocidos?
La verdad que después de 40 días inventando internet por aquí y por allá, colándome en el trabajo de mi pareja para seguir promocionando el proyecto, mandándole mensajes privados a la gente de: “coño, mi hermanito, ponme 15 pesitos”… me siento enormemente feliz de haberlo logrado y también con todo el equipo Martica, Robertico, Rosario, Lupe y Paloma, que se estaban comiendo las uñas. Muchos amigos apoyaron y otros no. A los desconocidos les agradezco con mi vida este gesto tan humano.
Ya esta altura todos los pasos que estaban en la propuesta de crowfunding deben haber concluido. Relátanos cómo fue la experiencia, ¿problemas con los envíos? ¿Cuáles han sido tus principales aprendizajes? ¿Qué repetirías y qué no?
La experiencia fue saber que hay cosas más allá de las que uno conoce, que pueden hacer que logres tus sueños de igual manera o tal vez mejor. Fue muy lindo ver a personas publicar a diario el enlace del crowfunding y escribiendo cosas cada día para que la gente apoyara, gente muy sumergidas conmigo para que lograra este objetivo. Y saber que hay gente que pone su corazón en tu mismo latido. Aprendí a ser paciente, muy paciente. Repetiría la experiencia un millón de veces más aunque no en Cuba.
¿Qué pasará con el disco ahora? ¿Lo vendes o lo regalas?
Si al final decido vender el disco será a un precio mínimo. Creo que la gente merece tener un buen disco en la mano, en cuanto a calidad de sonido, de diseño, de impresión. Finalmente creo que este disco a un precio mínimo puede ser también un buen regalo.
Entrevista publicada originalmente en Cuba contempóranea
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