Por Alberto Abreu
No ofendan más mi inteligencia, me autodefino afrocubano no por moda, ingenuidad o frivolidad, sino:
1.-Porque descreo de ese sujeto abstracto y universal heredados de la filosofía eurocéntrica cartesiana y su universalismo ilustrado tan defendido por los nacionalismos modernos.
2.-Porque hasta altura del mundo me resulta risible pensar que la cultura Europea sea la única trascendente y universal.
3.-Porque apuesto por una visión espiritual y secular del mundo plural y no sacrifique las diferencias.
4.-Porque soy consciente de que las razas más allá de ser para algun@s una derivación ideológica, para otr@s un espejismo o una construcción cultural, en la práctica sigue manifestándose como una entidad que facilita la exclusión y estigmatización, productora de hegemonías y subalternidades.
5.-Pero ella (la raza) también es fuente de reconocimiento y orgullo entre iguales y la base para construir proyectos emancipatorios, visiones y prácticas más humanas e igualitarias del mundo.
6.-Porque el prefijo afro, no sólo alude a la herida colonial, sino que inscribe un activismo político que apuesta por el reconocimiento de las afroepistemologías, de los saberes vernáculos como contradiscursos que la colonialidad del saber desterró al territorio de lo iletrado, lo bárbaro, lo ilógico.
Por último, aclaro que no es necesario comulgar conmigo. Los detractores del término que prosigan rumiando sus propias quimeras.
Un comentario en “¿Por qué me defino afrocubano?”