racista2Especial para Pikara Magazine

Cada vez que quería, Mayra me gritaba: “Negra de mierda”. Lo que primero me pasaba por la cabeza era responder a su frase racista con otra de ese corte, pero enmudecía. Y me sienta mierda, no “negra de mierda” sino “cubana de mierda”, por no poder denunciarla y llevar el asunto a las últimas consecuencias. En Cuba no existen leyes específicas contra la discriminación racial, e impera el desconocimiento acerca de los recursos legales para presentar una demanda. En ese contexto complejo y diverso, se ha constatado la necesidad de que la población se implique para eliminar prejuicios, estigmas, creencias y actitudes racistas, pero ese proceso exige conocer cómo se manifiesta el racismo en la Isla, incluida la aplicación ineficiente de las normativas anti-discriminación nacionales y de corte internacional refrendadas por el Gobierno cubano.

La Alianza Unidad Racial (AUR), fundada el pasado año en La Habana por Deyni Abreu Terry, se enmarca en ese esfuerzo por salvaguardar los derechos de las personas sistemáticamente discriminadas por su identidad racial/color de la piel. Ella es una mujer, negra, cubana, de procedencia humilde y posee la experiencia de haber sido víctima de maltratos por temas raciales, de los se pudo defender precisamente por su condición de abogada. Con anterioridad, Abreu dirigió ‘Moros y Cristianos’, un proyecto sociocultural que propiciaba la inclusión social, de ahí su nombre, y cuyo objetivo fue la protección de niñas, niños, adolescentes y adultos mayores en desventaja social, punto de partida para generar acciones socio-comunitarias. AUR nace para dar cauce a problemáticas que quedaron por intervenir durante el desarrollo de ‘Moros y Cristianos’; y en ella participan como gestores, entre otros, abogados, fiscales, notarios, promotores culturales y activistas por la equidad racial.

¿En qué consiste este nuevo proyecto, y quiénes serán sus principales beneficiarios? 

AUR es un proyecto puertas hacia afuera con el apoyo de un equipo multidisciplinar de personas expertas. Los gestores partimos de un acuerdo o compromiso que busca la unidad las diversas poblaciones (blancos, negros, chinos, etc.) desde la condición de la defensa de la legalidad individual. Queremos que por esta vía se nos narren actos ilegales y que el consejo legal sirva para todos los afrodescendientes en Cuba y, de ser posible, para una intervención estatal en el hecho de contrarrestar ilegalidades. Se trata de proponer modelos legales, y permitirá que cada persona afrodescendiente, portadora de una queja o preocupación, reciba la información pertinente y aprenda de los errores de otros en cuanto a lagunas jurídicas.

¿Qué motivación personal tuviste para fundar AUR?

Me impulsó el desconocimiento no sólo de derechos, también de obligatoriedades que exige la normativa y que, al ignorarlas, involucra al sujeto en procesos agotadores con resultados desastrosos. También he estado movida por la preocupación de tantas personas que se acercan a mí y a colegas quejándose de maltratos por exceso policial; del silencio administrativo, o lo que es peor, la omisión de respuesta. Otras personas no encuentran en nuestros bufetes colectivos abogados que se quieran involucrar en estas temáticas. Por otro lado, saber que, pese a la voluntad política, erigida en ley, no se cumple en toda su magnitud el tema de la igualdad racial. Y hay entidades donde el’ blanqueamiento’ llega a ser notorio (aeropuertos, hoteles, bufetes internacionales de abogados, firmas acreditadas en Cuba). A todo lo anterior, cabe añadir mi espíritu altruista y mi afán por las luchas desde el trabajo comunitario y la investigación social.

¿Qué documentos internacionales rigen el surgimiento de la AUR?

Partimos del Dictamen Consultivo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sobre el significado del término “leyes”, donde se especifica que los actos que afecten de manera fundamental no queden al arbitrio del poder público sino que estén rodeados de garantías, a fin de que no se vulneren los derechos de la persona. El proyecto además ha tenido en cuenta las observaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas. En su revisión de febrero de 2011, señaló la ausencia de datos sobre una legislación nacional en materia de discriminación racial. La mediación pre-judicial, que es el caso de la AUR, implementada desde un aspecto comunitario social, puede ser una experiencia nueva en Cuba. Sin embargo ya existen prácticas similares en España.

¿Y nacionales?

Se parte del Derecho constitucional con el fin de dar respuestas y asesoramiento gratuito a personas que hayan sido vulneradas en sus derechos sólo por su identidad racial.

Entonces, ¿no existen leyes en Cuba que penalizan el racismo y la discriminación racial?

Existen de manera aislada preceptos que tratan el tema legal, y prescriben sanción de seis meses a dos años o multa de doscientas a quinientas cuotas o ambas a quien discrimine a otra persona o incite la discriminación. Si bien otro apartado regula la sanción para quien ofenda a alguien a través de gestos, dibujos o actos que lesionen su honor, lo cierto es que una querella por estas acciones requiere de condiciones esenciales para que progrese y en los asuntos raciales es difícil probarlo. En el marco penal desconocemos que se haya realizado un proceso penal en Cuba por esas razones. En fin, no existen leyes específicas en Cuba para la protección de los derechos del hombre negro o mujer negra. Ahora mismo es posible comprar muñecas negras, en mercados de artesanías para turistas con un orificio en la parte posterior del cuerpo para poner un incienso, con un vulgar mensaje subliminal, pero nada legalmente prohíbe estos extremos.

¿Cómo se inserta una propuesta como la AUR en el panorama legal de Cuba?

Nosotros respondemos a los mismos preceptos que fija la ley, y hacemos ver al individuo que no solo hay derechos sino que existe el cumplimiento de obligaciones legales por mandato legislativo. Por lo que no vamos en oposición con el discurso estatal-gubernamental, sino intentamos que se visibilicen preceptos incumplidos y se incorporen otros, sin los cuales hay una des-protección hacia el hombre y mujer de piel negra.

¿Denunciar es entonces la acción imprescindible para AUR?

El silencio constituye un poderoso enemigo para transformar cualquier situación de riesgo. Si aprovechamos la comparecencia voluntaria de personas, se logrará solucionar problemas de comunicación y ofrecer soluciones eficaces a temas como la violencia, por ejemplo.

Has desarrollado una labor de varios años en el campo de los estudios de género, ¿cómo vislumbras que pueda ser de provechoso AUR para las hermanas, y cómo se podría trabajar desde este proyecto para contrarrestar la violencia física, psicológica y simbólica que hacia la mujer negra y mestiza se ejerce en nuestro país?

Alianza Unidad Racial puede ser provechosa para las “hermanas de raza” a partir de que el proyecto proveerá de herramientas que permitan la auto-gestión, el conocimiento y el manejo de términos y soluciones legales que son actualmente desconocidas. Obviamente, esto permitirá contrarrestar la violencia física si, lejos de sufrirla, la mujer es capaz de sacarla de la llamada cifra negra del delito, que no es más que las acciones u omisiones penales que nadie ha denunciado y caen en tierra de nadie. Es pertinente aclarar que la propia ignorancia jurídica victimiza a la mujer y esto propicia que sea más vulnerable en el aspecto psicológico, poniéndose en riesgo su productividad, su felicidad, sus éxitos y llenándola de contratiempos. Por otro lado, la mujer negra a veces sonríe ante la violencia simbólica. He visto a más de una hermana admitir que alguien le diga “qué clase de blanca se echó a perder en ti”, y ha sobrepasado esa agresión con una expresión desenfadada, o aquello de “hablas muy bien, no pareces negra”, como si la dicción viniera condicionada al color de la piel. Es por ello que AUR va a mostrar el derrotero legal en los casos donde sea pertinente y detectará las lagunas que nos dejan mutiladas desde la defensa y el conocimiento legal.

3 respuestas a ““No existen leyes específicas en Cuba para la protección de las personas negras»”

  1. Felicitaciones a AUR. Falta que hace. Me parece que cualquier actividad dedicada a los niños es de suma importancia. Es ahí donde se siembran las semillas del prejuicio. Un librito de cuentos con historias reales de niños y niñas sufriendo a causa de prejuicios raciales y de otro tipo puede servir para despertar la sensitividad del niño hacia el tema amplio de prejuicio y claro está incluir el racial. Hay niños «blancos» que sufren prejuicios de otros tipos que se sentirían solidarios al prejuicio racial.
    Hay prrejuicios contra el indígena en América. El libro podría trascender Cuba.
    En lo que pueda ayudar cuenten conmigo.
    creyeszamora@gmail.com

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    1. Muchas gracias por su comentario Cesar, le digo a la abogada Deyni para que se ponga en contacto con Ud. Slds

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  2. No entiendo nada. ?No que en Cuba se habia acabado la discriminacion racial? Lo logro Fidel y lo prometio Marti.
    Ademas, el post no menciona la raza o el origen de esos policias,
    ?Eran orientales?

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