Por Heriberto Feraudy Espino
El pasado 20 de abril, después de salir de la librería “El Ateneo”, en Línea y 14, donde fui a buscar ¿Racismo en Cuba? para regalárselo a mi amiga Georgina Herrera por sus 80 cumpleaños, al cruzar la calle para montarme en un almendrón se me acercó un compañero y me preguntó: “¿usted vio el cartel que pintaron allí en frente?”. Apuntó a una pared al lado de la farmacia de la esquina. “¿Qué dice?” –le pregunté. “Muerte a negros, y al lado rayaron una swástica. Fascismo puro”, me dijo.
No lo podía creer. Crucé la calle y, en efecto, ahí estaba. Le tomé la foto adjunta.
Al leerlo, no sabía qué hacer. Pero si fue cuando menos chocante leer aquel texto tan vulgar y racista, igual me resultó cuando al reparar en la presencia de un conocido académico, experto en Economía por más señas, me le acerqué para que me acompañara a verlo. Con cara de rechazo y disgusto, me preguntó para qué. Le respondí que por conocer sus investigaciones sobre economía y los cambios por venir. “¿Y qué dice?” -me preguntó sin inmutar su rostro más bien huraño. A contrapelo de mi costumbre, yo estaba vestido con un pulóver de mala muerte, una gorra y unos tenis. Le respondí: “Muerte a negros, y está acompañado por una swástica”. “¿Y qué? -me espetó.
Al escucharlo, no sabía qué decir o hacer. Lo mismo con lo mismo.
Antes de montarse en su auto, dijo: “a lo mejor fue un niño que no sabe lo que hace”.
Tal vez tenía razón y quien escribió el cartel era un niño como él.
Volví a cruzar la calle. El desconocido me estaba esperando para recibir mi impresión. Me interesé en saber por qué me había comentado la existencia de aquello. Respuesta cortante: “porque soy negro, igual que tú”.
Al hablarle de la Comisión Aponte, me confesó desconocer su existencia y me mostró su carnet de teniente coronel retirado del MININT. Le dije que dentro de dos días impartiría una charla a varios cuadros del Ministerio de Justicia, y que comenzaría con esta experiencia y con la frase del Gallego Fernández, cuando en Pedagogía 2015, donde se trató el tema racial, dijo: “Decidí asistir a este panel porque cuando se trata de la discriminación por el color de la piel la primera palabra que se impone es JUSTICIA”.
Así andan las cosas. Y todavía hay gente que se eriza y espanta cuando Raúl habla de negros y mestizos.
Ay, Nicolás, Nicolás. Hay que tené boluntá. Tené boluntá.
Foto de portada: Heriberto Feraudy Espino
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