Por Georgina Herrera
Para no romper esta cadena afrocubana que, terca, desesperadamente mantendremos hasta la última de nosotras, apenas entro en mi casa, dando traspiés, sin creer del todo que regreso viva, llamo a Daysi para que lo diga. Daysi no está, y Aníbal me dice que a Lalita la van a enterrar cuando llegue el hijo y que…..
Empiezo a llorar. No pensé que su muerte me diera tanto dolor, pero es que no pensé que iba a morir cuando fui a verla casi sin fuerzas yo,ni cuando me debatía rabiosamente, pensando en el Hospital, que la elegida era yo.
No dejo de pensar en eso. No me gustan las palabras fuertes ni feas, pero la muerte es una jodedera personal irremediable. Te obliga a apostar por la vida sin otra opción.
Recuerdo a Lalita hace muchos años, cuando confió en mi, dándome espacio en el suyo, en su tiempo, en su lucha. Tenía vida en los ojos, en la palabra, en los sueños que eran totalmente hacer posible sin tanto tiempo para enfrentar al enemigo que yo no sé bien qué forma tiene pero sí lo que quiere. Ahora todo se reduce a lo que se puede, a desearle que descanse en paz. Yo desconfío de casi todo. Pienso en cimarrona, como mi tíabisabuela Victoria, que cuando querían tenderle una trampa múltiple para meterla en el cepo, caminaba lenta, las piernas semiabiertas, mirando como sin mirar a todos lados para ver a su modo de donde surgía el gesto que se lanzara en su contra.
Digo esto, Lali, porque fuimos amigas, y supiste que para mí, descansar era acostarme en las noches, pensando, descansar de verdad y levantarme lista nuevamente para esta guerra de todos mis días que es mi lujo y mi esperanza. Por ti, por las que quedaron antes y por las que irán quedando , que esto no se haga eterno, Lali. Tu mereces que tenga fin la lucha, pero…ganada, claro.
Georgina Herrera, La Habana, Julio 2013.
negracubanateniaqueser.com 
… Y una lágrima!!!!
Me gustaMe gusta
UNA CIMARRONA HA MUEERTO, UNA MUJER DE LA ESTIRPE DE MARIANA, LA QUE SIEMPRE DIJO LA VERDAD SIN MIEDOS NI DOBLECES LA QUE SIEMPRE AYUDO DE TODO CORAZON Y MOSTARO SU SABIDURIA POR DOQUIER, LA DQUE NOS ENSEÑO A QUERERNOS NEGROS COMO SOMOS, CON NJUESTRAS VIRTUDES.
AHORA MUJER, BAILA CON TUS CINCO MANILLAS DE COBRE,
TOCA TU CAMPANILLA
Y CANTA,
YEYE ORO YEYE ,
YEYE ORO YEYE,
ABANICATE CON LAS PLUMAS DE PAVORREAL
Y CON LA MIEL DE TU ULTIMO SOPLO,
NOS ILUIMINES
EL CAMINO.
A INES MARIA MARTIATU IBBAE BAYE ENTONU
Me gustaMe gusta
Lucas, amigo querido, tus palabras, tus palabras…. quisiera compartirlas en Negracubana. Como se que me diras que si, en minutos estaran publicadas como post. Gracias y besos
Me gustaMe gusta
Me faltan palabras y me sobra la rabia ante la muerte de socia Lalita. Aun no era su hora, le sobraba en palabras y sabiduría lo que al resto en movilidad. Tejedora de historia, cuentera nata, cronista de esa Centro Habana profunda, tan entrañable para ambas. Nos dejaste el regalo de tu saber y de las palabras, de tu valentía, y el filo cortante de esa lengua que nunca tuvo pelos.
Me gustaMe gusta
Me faltan mil palabras pero me sobra la rabia ante la muerte de mi socia Lalita. Aun no era su hora, le sobraba en verbo y sabiduría lo que al resto en movilidad. Tejedora de historia, cuentera nata, cronista de esa Centro Habana profunda, tan entrañable para ambas. Nos dejaste el regalo de tu saber y de las palabras, de tu valentía, y el filo cortante de esa lengua que nunca tuvo pelos.
Me gustaMe gusta
Lourdes, lamento no haber respondido ante tu comentario. Yo tambien siento que Lalita se fue mucho antes de lo que ella misma pensaba y de lo que nosotros sus amigas y amigos queriamos y pensabamos tambien. Ella tenia muchas cosas por hacer, muchos planes, muchos libros empezados. Su muerte nos duele tanto como en ocasiones su voz. Un abrazo y gracias por pasar por esta bitacora.
Me gustaMe gusta